jueves, 26 de febrero de 2015

Oriente sufrió para ganar el clásico ante Blooming

El clásico 169 de la historia liguera se tiñó de verde. Oriente, comandado desde atrás por Mariano Brau y Ronald Raldes y con el empuje de Marvin Bejarano, vital para salir por izquierda, le ganó a Blooming por 1-0 y alargó a 24 los clásicos de diferencia. La academia hizo mérito para al menos empatar, arrinconó prácticamente todo el segundo tiempo a su rival, pero no supo definir y acabó pagándolo caro.

El clásico fue intenso, con mucho roce y despliegue físico con el único objetivo de adueñarse de la pelota. En la primera etapa apretó Blooming con Hugo Bargas, que fue el más peligroso en ofensiva, pero Oriente golpeó primero. Un preciso centro desde la derecha enviado por Carlos Áñez le permitió a Yasmani Duk (29’) golpear de frente ganándole en el salto a Cristhian Coimbra para festejar. El gol lo celebró eufórico.

Fue un momento de revancha para Duk, que había dubitado en la entrega y que había ido a destiempo en varias pelotas, pero el gol lo levantó. Se fue eufórico a festejar con sus compañeros abrazando sobre todo al médico Roberto Ferreira. Blooming había insistido hasta poco antes, con Hugo Bargas como principal hombre. El franco-argentino tenía a mal traer a Brau, es más, a los 15’ sacó un riflazo que tapó el meta.

No fue la única porque Bargas, Vaca y por momentos Salinas asustaban a Argüello, sin embargo, no lograba concretar. En el complemento hubo un solo protagonista: Blooming. Los de Erwin Sánchez arrinconaron a Oriente, le quitaron la pelota y obligaron a su rival a replegarse. Los embates de Pereyra, de Salinas y de Vaca no lograban el empate y eso provocaba desesperación en las tribunas.

Oriente la pasaba mal porque Meleán lucía impreciso y porque Mojica y Saucedo estaban huérfanos en ofensiva. En ese momento caliente, Brau y Raldes se agrandaron, comenzó a jugar la experiencia de Oriente para sacar de concentración a un Blooming que se puso nervioso, como se lo reflejó en Pereyra. Minadevino, Almirón y Manzano ya estaban en cancha, pero la academia seguía sin marcar.

Las más cercanas fueron las de Pereira y Salinas a los 83’ y 85, pero la pelota terminó perdiéndose por el costado de Argüello. Los albiverdes solo esperaban que el reloj avance, que atrás puedan sostener el gol para llevarse la victoria.

Sobre el final Saucedo gozó de una opción a pase de Mojica, pero Suárez mandó al córner. Fue la única más clara. Al final, Oriente se quedó con una victoria que no mereció, pero que defendió a muerte. Como tiene que ser en los clásicos.

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