Lo esperan. Sus familiares y amistades están contentos por la visita que tendrán este sábado del equipo refinero, que irá con toda la plantilla al mando del DT Roberto "Tito" Pompei, que llega mañana. "Amigos y mis tíos me están llamando constantemente para que les confirme si vamos a ir y de verdad están muy contentos por la visita del equipo y de mi persona", afirmó.
Montero junto a Romel Quiñonez, actualmente arquero de Bolívar, y Diego Quiñonez, que juega en Nacional Potosí, son futbolistas que nacieron en aquella tierra chiquitana y que son bien recibidos cuando están de visita.
Recuerdos. La infancia le trae momentos felices, como también días amargos. Ayudar a vender patasca a su tía Sonia es uno de los momentos agradables que recuerda Montero, quien además confiesa que le gustaba cómo la preparaba. "Creo que es la mejor comida que he disfrutado estando allá y espero que el sábado me preparen un buen plato", expresó el defensor, que dejó su tierra en 2008. El momento más duro de su vida fue perder a su padre, Carlos Montero, quien falleció en 2004. "Estoy muy agradecido con mis padres, que me sacaron adelante, y gracias a ellos y a Dios estoy con vida", manifestó. Su madre, Lorgia Martínez Banegas, es la fiel amiga de Montero, a quien actualmente tiene a su lado. Sus hermanos Carlos Alberto y Rubén Darío siempre lo están apoyando desde las gradas. ¿Por qué el apodo? Porque su madre vivía en una localidad de nombre Tapera.
Su debut. Montero dice estar contento por la oportunidad que se le dio en la vida. El defensor se formó en las divisiones menores del equipo y en su pasar Víctor Hugo Antelo, en 2009, lo subió al equipo reserva. El momento del debut le llegó en el 2010, cuando Gustavo Quinteros lo hizo jugar como profesional frente a Bolívar, al que derrotaron 3-1 en el estadio "Tahuichi". "Son momentos lindos que me están pasando y más adelante espero llegar a la selección nacional", resaltó.
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