El segundo ciclo de Wilson Quiñónez en Oriente Petrolero duró menos de lo esperado. El arquero paraguayo, que retornó al club este año a raíz de la demanda que le propinó al mismo en reclamo de salarios adeudados, no tuvo un buen segundo ciclo y terminó acordando su salida con la dirigencia.
Quiñónez aterrizó por segunda vez en Oriente hace un mes; su primera incursión fue entre 2021 y 2023, donde se convirtió en pieza clave, figura y capitán. Se fue debido a la profunda crisis dirigencial y económica por la que atravesaba el club, y su retorno fue “forzado” para evitar un castigo de la FIFA.
Llegó sin estar en su mejor estado físico y sin rodaje de partidos, pues el año pasado no tuvo mucha participación en el Sportivo Trinidense de su país. A esto hay que sumarle que no realizó la pretemporada completa con el plantel refinero; llegó en la recta final.
En su segundo ciclo jugó cuatro partidos: un amistoso y tres de la Liga División Profesional, todos como titular y sumando un total de 360 minutos sobre el terreno de juego.
Debutó en un clásico amistoso ante Blooming que terminó igualado 2-2 y se definió en la tanda de penales, donde los celestes fueron más efectivos. Por el torneo oficial tampoco supo de victorias; debutó con goleada en contra frente a Aurora (1-5), luego empató frente a FC Universitario (0-0) y, finalmente, el domingo perdió contra Always Ready (1-2). Recibió 9 goles, tuvo 10 atajadas y mantuvo su arco en cero en una oportunidad.
En total, en sus dos etapas en Oriente Petrolero jugó 125 partidos, acumuló 11.160 minutos en campo, encajó 172 goles y mantuvo su valla invicta en 40 oportunidades.
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