Oriente ganó a lo Oriente, se escuchó decir a un hincha ayer después de la goleada a Bolívar por 4-0. El equipo del uruguayo Tabaré Silva, como no lo había hecho antes en este torneo Clausura, demostró un fútbol vistoso, agresivo y contundente para someter a un irreconocible Bolívar que, presa de su impotencia, sufrió la expulsión de tres jugadores de experiencia, por agresión.
Quero y Mojica, una sociedad que empieza a gustar a la hinchada y a rendir frutos en el equipo, enseñaron el camino a la victoria a un equipo que se ubica a solo cuatro puntos del único líder (Real Potosí) e invita a soñar con una nueva estrella de campeón.
La virtud de Oriente estuvo en la efectividad, lo que venía reclamando su técnico, cuando tuvo la chance frente al arquero Quiñónez. Peña puso el 1-0 antes del primer minuto de juego y Mojica se encargó del resto con tres pinceladas, fiel a su estilo. Bolívar no fue ni la sombra del equipo que hace unos días le arrebató un punto al Flamengo en el estadio Maracaná, por la Copa Libertadores, y menos de aquel que demostró superioridad plena en La Paz ante ese mismo rival brasileño. El técnico Xabier Azkargorta, que llegaba invicto tras asumir el mando celeste, no ocultó su desazón por los cuatro goles encajados.
Oriente fue plenamente superior y el resultado no admite discusión. A excepción de algunos jugadores que todavía están en proceso de adaptación, el equipo funcionó como el técnico y la hinchada quieren. El 4-0 hizo recuerdo a aquel estruendoso 6-0 que le endosó Oriente, de la mano del DT Ariel Cuffaro Russo, al Bolívar de Ángel Guillermo Hoyos, en 2011 (Mauricio Saucedo fue la figura descollante).
El de anoche fue una especie de concierto futbolístico, sobre todo en la primera etapa, con la llegada de los dos primeros goles antes del primer cuarto de hora, y que pudieron haber sido más por la precisión que mostraba el local en su juego ofensivo.
Con las luces encendidas
En el complemento se redondeó la goleada con otros dos tantos con el partido ya liquidado. Bajó la presión y bajó lo vistoso porque había que cuidar el físico de los jugadores apuntando a los dos partidos de local que se vienen. Triunfos frente a Guabirá y Wilstermann pueden impulsar a Oriente a los sitiales de privilegio en un par de fechas más (el domingo recibe a Guabirá).
El equipo albiverde ayer demostró con creces por qué es considerado favorito.
BOLÍVAR SE QUEDÓ CON OCHO, POR IMPOTENCIA
Lorgio Álvarez, Luis Alberto Gutiérrez y Juan Carlos Arce se fueron expulsados por agresión y dejaron a Bolívar en inferioridad numérica. Los tres, con un pasado exitoso por filas de Oriente Petrolero, demostraron con sus acciones el lado oscuro de la impotencia. Cuando mejor jugaba el local buscaron la roja enceguecidos por la ira y el “ole, ole, ole” de la gente en las tribunas.
Álvarez se fue expulsado por una patada descalificadora a Mojica (55’), Gutiérrez por un codazo al recién ingresado Rodrigo Vargas (80’) y, para rematar, Arce arremetió sin muestras de arrepentimiento contra el escurridizo Juan Quero (84’). El ‘Conejo’ estuvo en cancha menos de 20 minutos (ingresó a los 66’) provocando el enojo del técnico Azkargorta. Para colmo, el delantero se fue lesionado y es duda para el partido contra el mexicano León, el miércoles por la Copa Libertadores, a raíz de una falta anterior de Zabala (71’) contra él. “No quiero hablar”, dijo Arce cuando salía de la cancha.
Bolívar se fue del Tahuichi vapuleado, en vísperas de un partido clave para sus aspiraciones en la Copa.
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