La presión de la buena campaña del torneo Clausura (fue segundo) es una carga pesada para el técnico Roberto Pompei, que ayer salió al paso sobre las especulaciones de una posible renuncia a su cargo, luego de la derrota ante Wilstermann que alejó al equipo albiverde de las pretensiones al título del Apertura. De cualquier manera, hoy se reunirá con el presidente del club, Miguel Ángel Antelo, y su continuidad puede tomar un nuevo rumbo, aunque la decisión es del entrenador.
El entrenador, que tiene contrato hasta diciembre, espera cumplirlo, aunque es consciente de que en su profesión los resultados son los que mandan, por lo que espera que el equipo comience a levantar en la tabla de posiciones.
La molestia del entrenador pasa por algunas versiones de la dirigencia, en sentido de que se quiere acortar el plantel para reducir la planilla mensual, que es alrededor de $us 128.000, y para ello planea rescindir contrato con al menos tres extranjeros.
Sin embargo, Antelo explicó ayer que no habrá despidos, ya que eso significará un gasto importante para el club, que se puede meter en una crisis económica hasta fin de año.
“Yo entiendo que el hincha tenga bronca porque el equipo no gana, pero no es bueno que desde adentro se filtren cosas que no hacen bien a la institución, porque antes se estuvo en momentos difíciles y siempre lo manejamos de manera privada”, señaló Pompei, que el domingo, tras el partido ante Wilster, tuvo que calmar al titular refinero, quien en un momento de bronca quería buscar culpables por el mal momento.
Puede despedirse
“Hoy (ayer) digo que no me voy”, señaló Pompei ante la pregunta si ¿es verdad que mañana (hoy) presentará su renuncia? Esto ante una especulación de que el entrenador dejaría el cargo porque la dirigencia no está conforme con la campaña.
Pompei explicó que es normal que haya este tipo de comentarios, y más si el equipo está donde está en la tabla de posiciones (noveno, a 11 puntos de los líderes), siendo que en el anterior certamen hizo una gran campaña, clasificándose a la primera fase de la Copa Libertadores de América del próximo año y peleando el título hasta las últimas jornadas.
En la dirigencia nadie habló de la posibilidad de despedir al entrenador, aunque tampoco se ha mencionado la renovación. “A mí gustaría que se hayan acercado para decirme que continuaré en el cargo, pero que no lo hayan hecho se entiende porque no estamos en el mejor momento, seguramente que si estuviéramos repitiendo lo del anterior torneo no habrían dudas de que me iba a quedar”, apuntó Pompei, que ya se enfoca en el partido contra Guabirá, el domingo en el estadio Tahuichi.
Cobrará lo que trabaje
“Cuando firmé mi contrato, al lado también firmé mi renuncia”, afirmó Pompei, aclarando que si decide marcharse cobrará hasta el día que trabaje.
Pompei tiene pendiente cobrar la mitad del sueldo de agosto, septiembre, completo, y octubre, que está a poco de cumplirse. En ese sentido, hoy por hoy la salida de Pompei será un gasto importante para el club, que también tiene deudas con los jugadores del primer plantel, a los que se les debe casi de la misma forma que al entrenador
Pensando en lo que viene
La decisión de que se vayan al menos tres jugadores extranjeros no cambia, aunque eso será al final del torneo Apertura, en los últimos días de diciembre, pues la idea es repatriar a Ronald Raldes, el zaguero central que milita en Colón de Santa Fe, de la primera división del fútbol de Argentina, para reforzar la última línea de cara a la Libertadores.
Hasta diciembre, Lucas Díaz y Pablo de Muner cumplirán sus respectivos contrato, además, se espera llegar a un acuerdo con Matías Córdoba para rescindir y con el monto total de los tres cubrir los gastos que signicarán tener entre las filas al capitán de la selección nacional, que ya sabe de vestir la camiseta albiverde (estuvo desde 2000 hasta 2003). Raldes ya manifestó su deseo de regresar al equipo del cual es hincha.
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