A su estilo, David Avilés volvió a vivir de manera intensa el duelo de Oriente ayer en Potosí. Gritó, gesticuló, se tomó la cabeza y terminó como el resto del equipo: amargado con el resultado tras ver cómo su equipo perdonó en los metros finales. La de ayer fue la primera derrota del DT desde que asumió en vez de José Basualdo.
Oficialmente como técnico albiverde, debutó el 15 de marzo, durante el empate frente a Real Potosí (1-1). La dirigencia que preside José Ernesto Álvarez apostó por él, que venía de tener al equipo de la Primera A como líder indiscutible. Pero, además, apostó por él confiando en sus virtudes, en su temperamento porque además y tras la sorpresiva ida de Eduardo Villegas previo al inicio del torneo, arrancó goleando a la ‘U’ de Pando (1-6).
La dirigencia le ha dado su pleno respaldo hasta el final del torneo y tras ello se evaluará su continuidad. Ayer fue su primera derrota, aunque está claro que Oriente no mereció perder. Pagó caro haber errado tantos goles.
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