Los entrenamientos en Oriente Petrolero, desde la llegada de Ángel Guillermo Hoyos, dieron un giro importante porque ahora con el argentino al mando se busca la perfección.
Hoyos tiene una metodología de trabajo diferente. La cancha la acortó a la mitad para que los jugadores tengan menos espacio y piensen más rápido. No le gusta que tengan mucho tiempo la pelota y mejor si se juega a un toque. El estratega argentino, que debutó con un triunfo frente a Bolívar (3-2), apunta a consolidar un equipo rápido de pensamiento, precisión en los pases, cambio de ritmo constante y que genere sorpresa.
Todos estos días se trabaja a doble turno, e incluso en algún momento fue a tres. En el equipo se nota más unidad y compromiso. Hoyos charla mucho con los jugadores y les hace notar sus errores. Quiere que día a día las equivocaciones sean en menor escala hasta encontrar la perfección. Uno de sus colaboradores se encarga de grabar las prácticas y de detectar las fallas
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