Ronald Raldes, presidente de Oriente Petrolero, no aparece regularmente en los medios para hablar del club refinero, pero cuando lo hace levanta polvareda. Este sábado lo hizo en el programa Desayuno que conduce el periodista Gary Añez en la radio Uno.
Habló de todo: de su directorio, de la economía del club, de los proyectos a ejecutar, del equipo y de los fichajes de cara al reinicio de la temporada.
En primera instancia se refirió a las diferencias que se ha generado entre los que conforman su directorio y que se hizo evidente cuando Milton Chávez pidió licencia al cargo de vicepresidente de finanzas, argumentando que lo hacía porque habían tomado decisiones sin hacerlo participar y en el rol que le tocaba desempeñar.
El mandamás de la entidad verdolaga considera que su directorio está sólido, más allá de que haya miembros que piensan diferente. Según Raldes, lo importante es que todos comulguen la misma idea para sacar adelante la institución, que está en crisis por la mala administración de gestiones pasadas.
“Oriente Petrolero tiene ahora una dirección clara. Tenemos que convivir con síntomas del pasado, con las viejas ideas que no han dado resultado y que tratan de mantenerse en el tiempo. Estas personas quieren conseguir logros deportivos con la misma estrategia que han sido un fracaso y lo único que han generado son deudas. En el directorio hay gente que piensa distinto, pero considero que esa gente tiene que madurar. Todo cambio es difícil, pero considero que vamos a mejorar”, sostuvo el exfutbolista que en julio del año pasado asumió el cargo tras un abrumador apoyo de los socios asistentes a la asamblea.
Raldes explicó que en la gente de Oriente Petrolero hay dos visiones distintas. La primera, que es añeja y que tiene un rechazo de todos los estamentos del club, que ha generado una relación muy quebrada entre la dirigencia y los jugadores, amén de buscar la profesionalización en áreas claves de la institución.
“Bajo esta visión hubo una pérdida de valor de la marca (Oriente Petrolero), que a mi consideración es la mejor de Santa Cruz. Es una desmotivación institucional por la falta de transparencia y en esto tuvo mucho que ver la ausencia de balances económicos claros”, dijo
La segunda, según Raldes, tiene que ver con la preparación que está en desarrollo en su directiva para generar credibilidad.
“Estamos respondiendo, en la medida de nuestras posibilidades, a todas las demandas contra el club y existe una relación directa entre los dirigentes y los jugadores. Esto se da también con las divisiones menores; hay un nexo muy cercano”, sostuvo y a la vez destacó el hecho de haber contratado profesionales para cada área: nutrición, deportiva, administrativa y psicología.
“Vamos a seguir sumando gente y recursos como la tecnología, que hoy es vital para trabajar”, acotó.
El presidente de Oriente Petrolero explicó que su directorio está actuando bajo el amparo de los estatutos del club, tal como sucedió en la última asamblea de socios en la que se presentó un informe de la auditoría y el presupuesto para esta temporada, algo que a su parecer jamás se hizo en esta institución.
La situación económica
Raldes contó que cuando asumió el año pasado, todo su directorio previamente debió garantizar el pago del 70 por ciento del déficit que dejó la anterior gestión (informó que era algo más de 800.000 dólares).
“A Oriente Petrolero lo dejaron en toco. Asumimos en el club el 20 de julio del año pasado y lo primero que hicimos fue una auditoría, para conocer y transparentar la situación real del club, que nos dejó un pasivo de 2.800.000 dólares de deuda. Hasta el 20 de julio de 2019 al club le ingresó el 70 por ciento de la temporada que son aproximadamente 2.200.000 dólares y solo se pagaron cuatro meses de las obligaciones que se tiene. Recibí el club con tres meses de sueldos atrasados y con obligaciones pendientes de algo más de 1.200.00 dólares hasta diciembre de 2019, más una cuenta por cobrar de 400.000 dólares”, dijo.
Raldes informó que en la última auditoría se conoció que Oriente recibió en los últimos cinco años más de 15 millones de dólares. Esto significa que el club tuvo un ingreso de 3 millones de dólares por año, por lo tanto sorprende que aun así haya una deuda de $us 2.800.000.
“Es increíble. En rescisiones de contrato a jugadores y técnicos se gastaron más de dos millones de dólares. Después transfirieron a jugadores que en contabilidad estaban tasados en más de dos millones de dólares y que después lo vendieron en menos de la mitad como ocurrió con el jugador Alí Mesa”, sostuvo.
El plan a seguir: austeridad
Raldes confiesa que su perfil de dirigente es bajo como lo fue en su etapa de jugador, por lo tanto prefiere trabajar en silencio y de esta manera buscar soluciones a los problemas que aparecen en esta institución deportiva.
Informó que cuando se estaban cocinando las nuevas ideas en su directorio apareció la pandemia y en plena cuarentena el consejo de fiscalización les pidió un plan de trabajo.
“Lo hicimos. Presentamos dos: el de shock y el de viabilidad. Ambos se centran en la necesidad de buscar ingresos en esta crisis y que nos llevará a ajustar y hacer un nuevo presupuesto. Ya lo hicimos con el fin de verificar si podemos cumplir con los gastos que tendremos. La idea es imponer una cultura de austeridad, que origine que cada peso que se gaste sea productivo. Después, la finalidad es tener la capacidad de conseguir lo que nos hemos propuesto”, expresó.
Raldes considera que en Oriente se tiene que mejorar la calidad del gasto y esto tiene que darse en contrataciones y en la inversión de formación de jugadores. En otras palabras, debe mejorar la calidad de los activos. Esto implica invertir en infraestructura para las divisiones menores, que ese es el foco de lo que quieren hacer en la institución.
“Todo esto nos ayudará a crear un modelo de valor intangible, porque queremos formar jugadores con sentido de pertenencia para que sean agradecidos con el club que los formó”, dijo.
Lo deportivo: avanzar bajo el mismo concepto o idea
Raldes dice que entiende al hincha que pide títulos en cada temporada, pero destaca, de acuerdo a sus más de 20 años como futbolista y de las charlas que ha tenido con presidentes de diferentes clubes, que lo más importante es tener claro lo que se persigue como institución.
“No podemos avanzar si no todos estamos alineados a una idea. Esto permite que el dirigente, los socios, el cuerpo técnico y los jugadores jalen el mismo carro. Llegó la hora de cambiar la estrategia. Oriente ha sido un club importador por excelencia, que gastaba más de la mitad de su presupuesto en fichajes de jugadores extranjeros, que por diversos motivos no han rendido y encima tenemos que pagarles las rescisiones de contrato. Ahora seremos formador de jugador y para ello invertiremos en traer extranjeros jóvenes que acompañen a la madurez del equipo. Queremos contar con un gran plantel y que sea dirigido por un gran cuerpo técnico. Queremos hacer lo que se hizo el 2001 cuando salimos campeones. En esa época se armó un buen equipo con la base que había sido subcampeón el año anterior y con jugadores nacionales cuyo promedio de edad era de 25 años. Ese equipo mantuvo su base tres a cuatro años. Para lograrlo se debe contar con un buen cuerpo técnico y ‘Vitamina’ (Sánchez) tiene la misma idea futbolística que nosotros queremos y que el equipo interprete. Lamentablemente no se ha podido desarrollar este trabajo porque el año pasado se tropezó con los 21 días de paro y ahora la pandemia”, señaló.
Caso Mosquera: buen jugador, pero no entra en el plan
Raldes sostiene que su directorio busca la coherencia en sus decisiones. Esto implica que para definir nuevas contrataciones deben actuar de acuerdo al pensamiento del club. “No hay posibilidades de contratar jugadores hasta que finalice el torneo Apertura. Esto es por norma del campeonato. Jugadores como Mosquera son muy interesantes, pero nuestro plan y nuestras ideas están primero. Además, por estatuto del club, la palabra autorizada para definir el tema de contrataciones es el presidente, por lo tanto todos deberían acudir a la página oficial del club para conocer novedades sobre fichajes”, puntualizó.
Adelantó que su directorio tiene contemplado reforzar el plantel e invertir en infraestructura, pero antes tienen que trabajar para generar ingresos que sostenga esta aspiración. "Contamos con un equipo con 22 jugadores nacionales y cuyo promedio de edad es de 22 años. Por cuatro de ellos no están hablando de otros clubes”, dijo Raldes.