El nuevo presidente de Oriente Petrolero, José Ernesto Álvarez Egüez, no mueve un ápice la posición del club con relación a la actual coyuntura dirigencial del fútbol boliviano. “Queremos que se acabe eso de ‘te doy ahora esto y mañana tú me entregarás lo otro’”, dice el dirigente albiverde. Luego de tres meses de haber asumido la presidencia del club más popular de Santa Cruz, señala que algunos dirigentes deben olvidar sus ambiciones personales y hacer algo bueno por el fútbol.
— ¿Cómo pasó estos meses como presidente del club?
— Con mucha ilusión porque las cosas mejoren en Oriente, y ya está ocurriendo, aunque falta bastante para lograr nuestra recuperación en la competencia, eso es lo que nos preocupa bastante, que el equipo pelee arriba y mejor si es ganando otro título que tanta falta nos hace.
— Oriente tuvo una posición crítica contra la Federación, ¿cuál es ahora la postura?
— No ha cambiado en nada, porque desde que fue mi primera participación en la Liga ya tuve problemas, lamentablemente soy una persona demasiado frontal, porque dije algunas cosas que no las veía bien. Soy uno de los muchos que piden a gritos que cambiemos el fútbol, que se lo dirija como debe ser.
Es decir, que ya no se elijan directivas con dádivas e intercambiando cosas para satisfacer intereses personales. Oriente es oposición a la maña y la componenda. Que el presidente de la Federación escuche el pedido de hacer cambios en el fútbol.
— ¿Es momento de que Carlos Chávez (de la FBF) o Jorge Justiniano (ANF) den un paso al costado?
— La verdad es que no conozco a Justiniano, para mí solo es una persona que sube al avión y viaja por motivos de la Federación. A Carlos Chávez se le conoce sus proyecciones de llegar alto en la FIFA, pero es hora de que se siente con los clubes y el resto de los dirigentes para que comunique que se irá y dará paso a otras generaciones.
— ¿Fracasó la actual dirigencia federativa?
— Mire, yo tengo familia, todos tenemos esposa, hijos, no daré nombres, pero es hora de cambiar, tienen que darse cuenta de que deben irse. Pero también el Estado debe cumplir su parte y hacer leyes que apoyen. Incluso en eso hay un ligero pero grandísimo error, porque se dice que las empresas den un impuesto a las utilidades a beneficio del deporte, cuando en realidad debería ser y cambiarle al Impuesto a las Transacciones o al IVA, para mejor beneficio. Si cambian ese incentivo, seguro que habrá plata para todos los deportes.
— ¿Usted formó parte de la gestión cuando Chávez estaba en Oriente?
— Sí, por dos semanas, al inicio de su gestión, pero ya desde esa vez hubo diferencias en algunas cosas que no compartíamos y mejor me retiré. En 2008 volví cuando se dio el movimiento de Fabio Zambrana, apoyé el trabajo de Choco (Miguel Antelo), luego en 2011 seguí en la parte deportiva, siempre con el deseo de reencauzar a Oriente en lo futbolístico e institucional.
— ¿Oriente tiene alguna propuesta para mejorar el fútbol boliviano?
— Nombre ninguno, pero propuestas las lanzamos desde que yo acompañé en la dirigencia a Choco (Miguel) Antelo, y tenemos una que siempre la dijimos: competir. No puede ser que la ACF (Asociación Cruceña de Fútbol) juegue en sus diversas divisiones cuatro meses y ocho esté parada, así qué cosecha vamos a tener. Hay que hacer selecciones permanentes, mejorar la preparación de nuestros entrenadores y que las alcaldías y gobernaciones ayuden con la infraestructura, ahora que se manejan tantos recursos. Tiene que ser un compromiso de todas las instancias, desde el Gobierno, los federativos y los clubes. Los dirigentes tenemos que lavarnos la cara porque la gente ya no cree en nosotros.
— ¿Es cierto que en la reunión de la Liga protagonizó un amago de pelea?
— (Risas) Fue el momento de una discusión tremenda a causa del fixture, pero no, nada serio. En todo caso, es vergonzoso mostrar una imagen conflictiva y eso está mal. Yo lo censuro y no se repetirá más. Debemos disfrutar la vida, ya estamos mayores para querer hacer esas cosas (pelear).
— ¿Qué piensa de la altura que es observada por algunos, incluso clubes del país?
— Yo recalqué que somos paridos en Bolivia, en las diferentes regiones con las que cuenta y que tenemos que ir a jugar allá donde nos toque a todos sin quejarnos. Pero también es cierto que Cochabamba no es neutro y que se debe apostar a la mejor recaudación y mantener localías. Tenemos que aprender a jugar en la altura, en el calor y donde haya un equipo que juegue.
— ¿Le parece bien que Azkargorta dirija los amistosos de la selección siendo DT de Bolívar?
— No parece lo correcto, porque él tiene ya una obligación con un club. Personalmente pienso que el técnico ideal es Eduardo Villegas y de una vez debería dársele la conducción por todo lo que hizo, y que de una vez empiece un trabajo a largo plazo.
— ¿Por qué aceptó la presidencia de Oriente?
— Por el cariño que le tengo. Serán dos años de mandato y el propósito es estabilizar a la institución y que crezca en cuanto a su patrimonio. Cumpliré y luego quiero dedicarme a mi familia, porque toda mi vida me la pasé trabajando pues vengo de un hogar sencillo. También hubo otra causa como el mismo pedido de los jugadores, pedí que pararan la huelga, se hizo y comenzamos a encontrar soluciones.
— ¿Es un sueño hecho realidad el ser presidente?
— Sinceramente nunca estuve en la dirigencia con ese propósito, ni me pasó por la cabeza. Fui presidente de curso, de la promoción, de mi comparsa, de la fraternidad. En este caso simplemente es la consecuencia del trabajo y de las circunstancias.
— ¿Usted pone recursos propios para el club?
— Yo ya puse antes de llegar a la presidencia. El pasivo que tiene el club conmigo es el segundo monto más alto después del anterior presidente. Llegué al club, tenemos que seguir aportando, pero sí destaco la buena respuesta de los orientistas. Abrimos el club a la gente y de casi 1.000 aportantes pasamos a 3.000. Nos ayudó el ingreso de la Libertadores, con todo eso pagamos los tres meses rezagados y nos pusimos al día con los dos sueldos de este año.
— ¿Y con qué recursos contrató a sus refuerzos?
— Es una apuesta que hicimos por mejorar la campaña y pelear cosas grandes. Ya antes hablamos con Meleán, Mojica y el regreso de Raldes de verdad que animó mucho a la gente. Hasta diría que Ronald se pagó solo con el incremento de socios y la asistencia de la gente a los partidos.
— ¿Cómo andan las chances de lograr el título?
— Está abierto para todos los de arriba, me parece que The Strongest es el principal candidato, porque tiene una gran base de muchos años y un buen técnico que sabe cómo jugar la Liga. La verdad yo pensé que Oriente iba a estar más arriba, pero estamos ahí, en la pelea, y lo mínimo que tenemos que pelear es la Libertadores.
— ¿Fue deportista?
— Sí, tuve mucha competencia. Jugué en las inferiores de Blooming, luego en San Aurelio, después jugué básquet en Nonis, pero me agarró bastante el fútbol de salón. Jugué en Carapel y en Cimal. Con la selección boliviana de futsal jugué el Mundial de Italia y el de Argentina. En un sudamericano de clubes reforcé a La Británica. Jugué como pívot y me caractericé por ser un buen asistente.
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