lunes, 7 de abril de 2014

Qué manera de sufrir...

Lo importante era ganar; la misma excusa de siempre cuando se quiere maquillar un triunfo con poco brillo y con más errores que virtudes como el que logró ayer Oriente frente al colero Nacional Potosí, por 1-0.

La de anoche fue la peor versión de Oriente en lo que va del torneo Clausura jugando como local. Si no fuera porque Brau salvó el arco de Arias con la cabeza tras un tiro libre de Marteli, y el poste derecho le negara una opción de gol a Dury, en el minuto 92, el partido hubiera terminado con un marcador distinto.

Oriente equivocó el camino a la victoria apostando por el juego aéreo en busca del ‘grandulón’ Martínez, que aportó poco y se fue remplazado en el segundo tiempo. En ese trajín del ir y venir, sin orden ni claridad, Quero fue blanco de un planchazo desmedido de Juan Pablo Aponte y minutos después se tuvo que ir. Sin el español en cancha, que era el que se movía mejor por la derecha y complicaba con sus centros punzantes, Oriente perdió al hombre con más ideas porque por momentos Mojica también pareció contagiarse del mal juego del equipo y no tuvo el brillo de otros partidos.

En la primera etapa, pobre para Oriente y también para Nacional Potosí, que solo jugó a defenderse y a contragolpear, el sector defensivo ofreció ventajas y le pudo costar caro en el global del partido. Hace dos domingos Oriente dio una lección de fútbol agresivo y efectivo a Bolívar, lo que le faltó anoche en el primer tiempo.

Duk en una, sin arquero, y Martínez en otra, cabezazo al travesaño, fueron las dos únicas jugadas de peligro que generó Oriente, contra otro par de la visita de similar importancia.

Un gol y no fue más
La historia cambió en el segundo tiempo a favor de Oriente pero solo por unos minutos, con un gol de Meleán que el árbitro anuló por supuesta falta previa y acto seguido Mojica marcó un golazo fiel a su estilo, desde unos 35 metros, abriendo el arco potosino en un momento en que Oriente lo necesitaba.

El gol del mejor jugador del partido llegó a los 4 minutos del complemento y después de eso el equipo volvió a caer en la imprecisión y carencia de efectividad. Al contrario, Nacional Potosí se vio obligado a arriesgar un poco más y en esa idea futbolística fue desnudando las falencias defensivas de la defensa local.

Si la visita no se fue con un empate, como que hubiera sido lo más justo, fue porque en una ocasión Brau salvó sobre la línea y en otra el poste le dijo no a Dury. Los jugadores de Oriente terminaron pidiendo hora y sus hinchas en las gradas cruzaban los dedos en los últimos cuatro minutos de adición que dio el árbitro y que parecían una eternidad. Inmerecido el triunfo albiverde, pero como alguien dijo al final del partido, lo importante era ganar. Esos tres puntos todavía lo mantienen soñando

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