martes, 15 de septiembre de 2015

Ronald Raldes: “A trabajar mal, prefiero irme”

Tras 15 años de vestir la camiseta de la selección nacional y estar diez como capitán, Ronald Raldes decidió decir “basta, hasta aquí llego”. Y lo hace tras meditar por varias semanas una decisión difícil. Se va triste por dejar la camiseta y a sus compañeros, frustrado por no jugar un Mundial y no lograr condiciones de trabajo para los que quedan, y molesto por los “mensajes” (así los califica) de Julio César Baldivieso, el actual técnico de la Verde, en los últimos días.

El seleccionador dijo el martes que no tenía claro aún quién sería el capitán de la selección, mientras inspeccionaba las canchas donde trabajará el plantel previo al partido ante Uruguay. No ratificó a Raldes como capitán. El jugador se quejó de que no se lo dijo en la cara, pese a que conversaron en Estados Unidos, luego del partido ante Argentina.

¿Por qué la decisión?
Simplemente la sentí, creí que este era el momento. Veo y siento que el fútbol boliviano quiere otros jugadores, nuevos talentos. Además, porque las circunstancias no son las ideales para poder trabajar, por eso la decisión de dar un paso al costado. Estoy tranquilo y a la vez también triste, no ha sido fácil todo esto.

¿Ya no estaba Ronald Raldes para la alta competencia?
No, ni idea (sonríe), ¡claro que estaba! Incluso después de la Copa América en Chile rechacé varias ofertas para ir al exterior, pero bueno, me quedé en Bolivia por Oriente, porque quiero conseguir logros aquí y voy a seguir luchando para ello. Me siento bien físicamente, no tengo problemas, pero la decisión no fue tomada porque no me sentía apto para seguir compitiendo internacionalmente. No lo fue.

¿Te molestó lo que dijo Julio Baldivieso que quería naturalizar a Marteli y Cabrera y que tampoco había decidido sobre quién sería el capitán?
A (Fernando) Marteli y a (Nelson) Cabrera no los conozco bien, sé quiénes son obviamente y si pueden conseguir su naturalización les deseo todo lo mejor, porque será para bien de nuestra selección, de nuestro país. Después, sin duda que hay molestia y las va a haber (contra Baldivieso), sería hipócrita decir que hay cosas que no me molestaron.

¿Como qué por ejemplo?
Que no me hubiera dicho las cosas de frente teniendo la chance de hacerlo. Incluso yo hablé con él y tampoco me lo dijo. Después lanzarte indirectas por los medios, creo que no era necesario. Eso hizo, en parte, que hubiera tomado esta decisión. Y no es porque venga otro compañero o no, ya está, simplemente no me sentía parte de este proceso.

Si Baldivieso te decía en la cara que no ibas a llevar ya el cintillo de capitán, ¿no hubieras anunciado tu retiro?
¡Pero si no se trata del cintillo! Eso no me preocupa, incluso él alguna vez lo pidió siendo yo el capitán y por la forma en que lo hizo, no se lo quería dar, aunque al final terminé cediendo. Fue cuando ya se retiraba.

¿No será que ese roce de hace años acabó influyendo?
Lo cuento porque se dio (Ovidio Messa era el técnico), pero no lo pidió solo cuando yo estaba de capitán, sino también cuando estaba Juan Manuel Peña. Como todo jugador, uno quiere despedirse de la mejor manera, quizá a Julio le hacía sentir mejor retirarse siendo el capitán; para mí eso era indistinto, no porque sea un mal líder porque sé cómo soy y mis compañeros y los cuerpos técnicos que estuvieron también lo saben. Pero de repente en menos de dos días (los que trabajó con Baldivieso antes del partido frente a Argentina en Houston) dicen que no soy un buen líder.

¿El problema es Julio?
No quiero que esto parezca que porque Baldivieso ahora está a cargo me estoy retirando, para nada. Simplemente que sentí que era el momento; ahora sin duda que su comportamiento hacia mí, empujó un poquito, pero no es el 100%. Creo que era el momento y lo sostengo.

¿Hubieras querido estar en otra generación, no en esta sin apoyo ni logístico ni moral?
No, no, para nada. Porque la generación que me tocó, más allá de que no fue como la anterior, ha sido buena. Tuve que reemplazar a Juan Manuel (Peña), a Óscar Sánchez (+), a (Marco) Sandy. Me tocó justo después de ellos y lamentablemente a los que llegamos no se les dio la importancia como a esa generación (la que clasificó al Mundial 94); cambió el sistema de eliminatorias, la administración. Pero pese a todo, a los compañeros que tuve hasta ahora, no los cambio por ninguno. Eso sí, lo que haría si volviera atrás, sería pedir con mayor fuerza condiciones de trabajo. Fíjense, desde el 2005 que estamos luchando por mejores condiciones (un CAR, concentraciones) y no lo hemos logrado.

¿Estamos muy lejos para competir con el resto de las selecciones de Sudamérica?
Es una realidad y ustedes la han visto. Pero al jugador boliviano hay que sacarle el sombrero. Cuando vos llegás a las concentraciones y ves la cara de cada uno, de la ilusión que tienen, de que se repiten que vamos a ganar, que vamos a pelear, que vamos a ir a trabajar con todo cada pelota, te prendes, pero luego cuando ves que con eso no te alcanza, te frustras. Y esas caras de entusiasmo se cambian por rostros de tristeza, de impotencia. Por eso digo, que el jugador boliviano no se amilana, va sin condiciones de logística ni infraestructura y le sigue poniendo el pecho a las balas; sabe que va a la guerra sin armas y sigue. Y encima recibe críticas que en ocasiones se pasan de la raya y continúa de pie. El boliviano es un jugador que tiene carácter.

¿Cómo lo ven desde afuera?
Hay compañeros que tuve en Argentina e incluso extranjeros en mi equipo que te dicen “yo no sé cómo ustedes aguantan tanto, porque sin infraestructura, sin apoyo, no tienen nada prácticamente y van y juegan, les va mal y encima les dan palo”. Ese es el análisis frío que te hacen. Y luego vos decís: “tienen razón”, y sin embargo, seguimos predispuestos ante cualquier llamado porque la ilusión no te la tumban. Yo viajaba hasta 45 horas viniéndome desde Arabia Saudí, y lo mismo hace ahora Marcelo (Martins) o Martin Smedberg y cuando nos va mal, ¿quiénes son las caras visibles?, ¿a quiénes son los primeros que le dan palo?

¿Habló el seleccionador con vos antes de tu renuncia, de tu rendimiento en la altura?
No, pero tampoco era necesario que me llame. Lo que ha sucedido en las últimas semanas son solo cuestionamientos, de mi liderazgo, de mi compromiso, de la altura y no sé qué otras cosas más.

¿Crees que buscaba presionarte para que te vayas?
No, ni idea. Te repito, esta decisión no es por Julio Baldivieso, que eso quede claro por favor. Por lo que está sucediendo es mejor tomarla hoy que estar trabajando mal durante todo este proceso (al mando de ‘Baldi’).

¿Por qué mal?, ¿no te llevabas bien con él?
Yo trabajé solo dos días con él, entonces no puedo opinar.

¿Y de compañeros jugando ambos en la selección?
No puedo opinar nada de él como técnico, no sé nada, insisto. Quizá él no vio nada de mí también, sin embargo, cuestionó muchas cosas tras dos días de trabajo, entonces no tengo nada que analizar de parte de él. Después como compañeros todo era normal, no éramos amigos porque él era de otra generación, de la que se iba; tenía distintas formas de manejarse simplemente.

¿A qué otros centrales vislumbras?
Seguirá Edward (Zenteno) que es un jugador que siempre está, un luchador. También están Pablo Pedraza, Abraham Cabrera, Ronald Eguino, Edhemir Rodríguez, Luis Gutiérrez y otros.

¿Y un líder?
Cada entrenador busca al líder que a él le parezca, son gustos. Quizá, en este caso, para el DT, yo no era un buen líder, aunque sigo sosteniendo que es una locura calificarme así con solo dos días de trabajo. Pero bueno, son circunstancias. Como líderes quedan Marcelo (Martins) que le va a aportar muchas cosas al grupo y a la selección en sí por la experiencia internacional que tiene. Es uno de los candidatos, al menos es lo que yo creo.

¿En 15 años con la Verde, qué hecho te marcó de alegría y qué de tristeza?
Marcado, el día que debuté, fue lo más lindo. Aparte, cuando entré a la cancha, el profesor (Carlos) Aragonés me pidió que esté tranquilo, que juegue como sabía. Fue en marzo de 2001 en el Hernando Siles cuando goleamos a Venezuela (5-0). A cualquier chico le gustaría debutar así, es una sensación que no se me olvida jamás. Entrar al Siles detrás de mis compañeros fue único. Después cuando ya me tocó ser capitán, en 2005, cuando me tocó guiar al grupo, sabiendo que ellos confiaban en mí. Son situaciones que uno va a extrañar. Es que las sensaciones que la camiseta de la selección te hace sentir, no te la da otra camiseta.

¿De quién lo heredaste el cintillo?
De Juan Manuel Peña. A mí me hubiera gustado hacer lo mismo, con un compañero al lado mío, en el estadio, pero las situaciones han cambiado, son otras.

¿Te hubiera gustado retirarte en un partido de eliminatoras, en un partido oficial?
Hubiera sido lindo, pero como les digo, las circunstancias son otras ahora. No sé si se iba a dar, no sé si se iba a poder trabajar tranquilo. Era mejor no prolongar los problemas o generar incomodidad, mejor es como estoy.

¿Le comentaste tu decisión a alguno de tus compañeros?
Desde el partido anterior ya lo veníamos analizando. Estábamos en la habitación de (Damián) Lizio junto a Martins en la que hablamos de todo lo que se venía. Les comenté a ellos de mi decisión y me respondieron de que capaz lo decía por el golpe que originó el 7-0 ante Argentina. Yo les dije que no, que esto venía de semanas antes. “Tranquilo Ronald que esto va a pasar”, me repitieron varias veces, pero después del viaje pasaron otras cosas.

Ahora tu foco se centra solo en Oriente Petrolero...
Sí, la selección ya es un tema cerrado, ahora me centro al 100% por mi club con la ilusión de que seamos campeones en algún torneo. Han pasado ya tres y no se ha dado, pero seguiremos luchando. No hemos comenzado bien en estas primeras seis fechas, pero hay mucho camino por recorrer y la vamos a pelear.

¿Seguís con la idea de hacer una carrera dirigencial comenzando por Oriente?
Quiero aclarar algo. Cuando yo dije que quería ser presidente de Oriente no dije de manera inmediata, siempre hablé de un futuro. Hoy vuelvo a repetir que quiero disfrutar al máximo los años que me quedan como profesional, dos o tres, no lo sé, pero quiero disfrutarlo porque estoy en la etapa final de mi carrera. Quiero conseguir un título con Oriente, sería lindo porque para eso volví. Después, si voy a ser dirigente o no se verá con el tiempo. Yo tengo la ilusión y el deseo de poder lograrlo para aportar en algo, no para reemplazar a nadie, sino simplemente para aportar lo que sé y que aprenderé.

¿Y después para asumir la FBF?
Yo creo que sí. Nosotros los jugadores deberíamos asumir en algún momento. Hay personas como Juan Manuel Peña que fácilmente lo pueden hacer por lo que representa. Cualquiera que ha sido jugador sabe más de cerca de las deficiencias que tienen los seleccionados en cuanto a logística, infraestructura, viajes y lo demás. Ojalá que en un futuro se dé, no sé si en 5, 10 o 15 años, pero sería bueno que uno de nosotros esté a la cabeza de la FBF.

¿Te ves a la cabeza?
Ahora no, quizá más adelante sí, pero sin duda van a pasar muchos años para que se dé esa situación
- See more at: http://diez.bo/futbol/2015/09/14/ronald-raldes-trabajar-mal-prefiero-irme-6813#sthash.cx9V0X9l.dpuf

No hay comentarios:

Publicar un comentario