lunes, 28 de septiembre de 2015
Oriente no se rinde e iguala en el final
El clásico cruceño estaba para cualquiera, los dos tuvieron en los más de 90 minutos opciones para convertir, y a la larga los goles llegaron en el final: parecía que Blooming se llevaba la victoria con el tanto de Roly Sejas a los 42 minutos, pero Oriente Petrolero no desmayó y en su último intento empató a los 55’ mediante Thiago dos Santos.
Quizás por las ocasiones más claras que generó, la derrota que estaba a punto de consumarse parecía injusta para Oriente, sin embargo el hecho de no haberse dado por vencido le surtió efecto y terminó festejando el empate como si fuera una victoria.
Blooming tuvo a la figura del partido, fue su arquero Marco Daniel Vaca, quien desde que a los 6 minutos sacó la pelota tras un tiro libre de Mauricio Saucedo, tapó todo excepto el disparo final del jugador brasileño.
La tarea ofensiva de Oriente fue más notoria que la de Blooming. Entre Alcides Peña y Sergio Almirón se dieron modos para llegar y exigir a la defensa.Saucedo, otra vez, estuvo cerca de anotar un golazo al colocar la pelota en un ángulo, sin embargo se lució Vaca.
Cuando el primer tiempo terminaba, lanzó otro tiro libre y el golero se la sacó de nuevo.En esa primera parte, más cerca del gol estuvo Oriente.
Pero en la segunda, Blooming equilibró el juego, Joselito Vaca tomó las riendas y de a poco el equipo empezó a generar peligro.
En la primera clara, esta vez el golero Marcos Argüello evitó la caída del arco de Oriente tapando muy bien un tiro del delantero Hugo Bargas, y después se estiró todo lo que pudo ante un disparo de Joselito.
Antes de la media hora, Áñez sacó la pelota de la línea luego de un remate de Bargas cuando la gente ya a festejaba el gol.
Por la intensidad con la que jugaron parecía que los dos se conformaban con el empate, sin embargo a los 42’ Blooming luchó la pelota en el área, Bargas la pivoteó hacia atrás y Sejas liquidó.
Pero faltaba mucho. El partido se extendió hasta los 55 minutos (diez más de lo reglamentario) porque en determinado momento el árbitro lo paró debido a los fuegos de artificio que utilizó la barra de Oriente.
A la larga eso ayudó, pues en el último minuto de esa adición, Thiago le pegó a la pelota con alma y vida, y fue la única vez que Vaca fue superado para el 1 a 1 que es bastante justo.
Mucho fuego de artificio y también agresiones
Ramiro Siles
El clásico cruceño tuvo su lado negativo marcado por dos detalles: la utilización de fuegos de artificio de parte de la hinchada de Oriente y la gresca que se generó entre jugadores ni bien el árbitro Óscar Maldonado dio por concluido el cotejo.
Antes de dar inicio a la segunda parte, Maldonado advirtió que en cualquier momento iba a parar el juego y hasta suspenderlo si la barra albiverde no cesaba de lanzar los fuegos como lo estaba haciendo en ese momento.
Dicho y hecho, a los 30 minutos del segundo tiempo el árbitro decidió parar las acciones porque los de Oriente prendieron de nuevo los artefactos, si bien no los lanzaron contra el terreno de juego ni atacaron a nadie.
El parón duró unos cinco minutos, que más a una adición habitual por varias interrupciones, mínimo daba entre ocho y diez minutos más añadidos a los 45 reglamentarios.
Eso a la larga le ayudó a Oriente, porque estaba perdiendo a los 42’; sin embargo, como el encuentro se alargó, el empate llegó a los 55 minutos.
Los integrantes de los dos equipos terminaron con los ánimos exaltados, no se resistieron y hubo —por lo que se vio en la televisión— un cabezazo de Thiago dos Santos a un jugador rival, reaccionó el golero de Blooming Marco Daniel Vaca y se enfrentó con hasta cuatro albiverdes, lanzándose entre todos puñetes y patadas, en un final lamentable para el espectáculo.
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