Oriente consiguió anoche en el Tahuichi un triunfo casi sin despeinarse. El 2-0 sobre Nacional Potosí fue claro, más allá de no hacer méritos para golear. El triunfo conseguido ante una muy poca cantidad de espectadores le permite seguir prendido en el bloque de equipos que pelean arriba. En esta victoria, vale la pena destacar el trabajo que cumplieron Rodrigo Vargas y Alejandro Meleán, que fueron un dolor de cabeza por izquierda.
Los de Eduardo Villegas ingresaron a todo vapor, es más, cuando apenas habían transcurrido 6’ del encuentro se puso en ventaja a través de Rodrigo Vargas (gran centro de Alejandro Meleán). Todo hacía presumir que el Tahuichi se aprestaba a vivir un espectáculo del local, por las licencias que además entregaba Nacional Potosí, pero de pronto y sin pensarlo, el partido se apagó, fue como si Oriente hubiera asumido que la fragilidad de su rival, le otorgaba licencias para bajar el vértigo. El partido decayó.
Es cierto que Alejandro Meleán y Rodrigo Vargas intentaron recuperar el juego penetrando permanentemente por izquierda, en la zona que cubría Isaías Dury, pero el resto no acompañó.
Danny Bejarano y Gualberto Mojica lucían impreciso y Alcides Peña, disminuido físicamente, no lograba acertar cuando la pelota le cayó. Esa etapa acabó así, con chispazos de Oriente (cabezazo de Peña y remate de Vargas) que tuvieron como respuestas las dos arremetidas de Anderson da Silva cuyos remates acabaron fuera.
Quizá durante el descanso hubo un jalón de orejas de parte de Eduardo Villegas, porque en el complemento el equipo salió mejor, con un poco más de ‘hambre’ tras las arremetidas de
Mojica y Carlos Áñez, ambas sin suerte. Encima, Peña (56’) desechó debajo del arco una opción de cabeza. Oriente merecía el segundo y a los 65’ a través de un testarazo de Meleán, lo consiguió. El gol no fue un alivio, sino un premio a esa reacción. Con el 2-0 sellado el equipo optó por la administración antes que por ser picante en la zona caliente.
Su rival, en cambio, no tuvo la variante esperada porque Marco Ferrufino ordenó el ingreso de Jorge Detona por Centurión en procura de copar el mediocampo. Sin embargo, la actuación del argentino fue pobre, como la del único delantero Maximiliano Ortiz que apenas apareció. El que sí le hizo bien al equipo de Ferrufino fue Rolando Roque, de buen rendimiento en el medio campo incluso con chance de marcar (85’) tras una jugada en la que Oriente dubitó en la zaga. Pero no fue más en el área rival.
Acabó sin delanteros
Eduardo Villegas optó por terminar sin atacantes luego de que primero sacara a Rodrigo Vargas y después a Alcides Peña. El ingreso de Diego Rodríguez y después de Matías García le permitió una mejor tenencia del balón, pero sin presencia en ofensiva, porque además, Gualberto Mojica que también tiene condiciones para llegar de frente, le dejó su lugar a Ronald García.
Al final, la victoria se terminó sellando sin problemas, ante un rival pobre. “Nos equivocamos mucho”, dijo un desconsolado Ferrufino reconociendo la pobre labor ante un Oriente que pareció contagiarse del conformismo de su rival potosino.
MELÉAN Y VARGAS RAYARON A GRAN NIVEL ASOCIÁNDOSE POR IZQUIERDA
Uno de los aspectos que vale la pena destacar en Oriente, es la gran actuación que tuvieron Alejandro Meleán y Rodrigo Vargas por izquierda. La marca de Meleán y su capacidad para ayudar en salida, lo hicieron el mejor del partido, mientras que Vargas se divirtió por el mismo carril, siendo difícil de controlar para sus rivales.
Vargas estaba obligado a ser más activo que su compañero en ofensiva, Alcides Peña, disminuido por los problemas musculares que aqueja. Y lo hizo bien. Isaías Dury lo cubrió por ese carril pero no bastó; encima, el paraguayo Claudio Centurión intentó frenarlo pero sin éxito a tal punto que el técnico lo acabó sacando.
Detrás suyo lució Meleán que selló su buena noche con el gol de cabeza tras el centro desde la izquierda de Gualberto Mojica. Es más, hubo momentos en que se conectó con Vargas, llegando con facilidad hacia la portería de Barahona. A Meleán se lo ha visto mejor en lo físico, lúcido cuando recibe la pelota y con capacidad para definir. Ayer, se destacó.
EL NACIONAL MÁS PÁLIDO QUE LLEGÓ AL TAHUICHI
Si había un equipo que sabía complicar a Oriente jugando en el Tahuichi, ese era Nacional Potosí. Pero lo que mostró ayer el equipo de Ferrufino fue pobre, con Ronny Jiménez haciendo de ‘bombero’ en la última línea y con Leonel Justiniano triplicándose para evitar el fácil dominio de los rivales. Si el arquero no era Barahona, quizá el resultado hubiera sido más amplio.
Ferrufino, tras el final del duelo en una charla con EL DEBER Radio, reconoció algunos errores, sobre todo a la hora de elegir refuerzos. Estaba decepcionado con jugadores como el volante Jorge Datona y con el atacante Maximiliano Ortiz. “Tenía que verlos”, respondió cuando se le consultó por el nivel de ambos a quienes eligió antes que el nacional Rolando Choque.
“Sin peso arriba, es aún más difícil”, dijo. Los potosinos apenas llegaron a través de Anderson da Silva, que mostró cosas interesantes, pero después deambuló, se metió atrás a esperar los embates e intentó alguna heroica arriba que no alcanzó. Nivel bajo.
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