Pasó el empate frente a Real Potosí (1-1) y este miércoles, sin tiempo para lamentos, se viene Universitario de Pando, el último de la tabla del punto promedio, en teoría un rival accesible. Por estos días, un manto de incertidumbre cubre a Oriente Petrolero porque futbolísticamente el equipo no termina de convencer a su hinchada y, lo que es peor, sus opciones de campeonar se van acortando.
“Aquí no hay fantasmas. No es cuestión de técnico ni de dirigentes, es cuestión de nosotros, los jugadores. Otra cosa que quieran buscar, no hay”, manifestó enfáticamente el defensor Ronald Raldes. El capitán, que luego de una década jugando en el exterior retornó al club para coronar el sueño de ser campeón, aseguró que el grupo está unido, descartando comentarios que sugieren un rompimiento en el interior del plantel.
“Nosotros somos los primeros que queremos salir de esto. Generar fútbol no es misión de uno o de dos jugadores, es de todos”, señaló. Sin dar nombres y sin ánimo de generar polémica, Raldes garantizó que los jugadores están comprometidos con el club, pero lamentó que los resultados no estén acompañando. Oriente empató en casa contra Nacional Potosí, Universitario de Sucre y Real Potosí. Seis puntos que no podrá recuperar.
“El equipo no puede ganar en casa y tenemos que revertir este mal momento, somos nosotros los que tenemos que cambiar esto, nadie más”, insistió el marcador central que viste la camiseta número 16.
Se quiere, pero no se puede
El sentimiento de los jugadores es generalizado y apunta en una misma dirección: se quiere, pero no se puede. A la hora de encontrar una respuesta a este mal momento, no hay una explicación, coinciden.
El mediocampista brasileño Thiago dos Santos reconoció el bajón general, sin poder explicar las causas.
El domingo, por primera vez desde que llegó como refuerzo el año pasado, los hinchas pedían su cambio en el segundo tiempo. “Reconozco que no estoy jugando en buen nivel, pero esto va a cambiar. El equipo no está jugando ni la mitad de lo que mostró en el torneo pasado”, aseguró.
Otro de los jugadores que atraviesa por un mal momento es el chapaco Marvin Bejarano. “No es que haya mala gana o mala predisposición de cada uno, nosotros entramos a la cancha para ganar, pero lastimosamente los resultados no nos están acompañando. Está complicado el panorama porque Bolívar está haciendo un buen torneo, pero faltan muchos partidos y en el fútbol todo puede pasar”, indicó el lateral izquierdo.
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