A los 62 minutos, el ‘Pícaro’ Castillo pescó un balón suelto y sin dudar ejecutó un tiro que dejó parado al meta Jorge Araúz. Lo gritó a todo pulmón y emocionó a la parcialidad que deleitó viéndolo anotar con la camiseta albiverde. De hecho se dio un tiempo para abrazar al técnico Mauricio Soria y luego compartió el eufórico momento con la hinchada.
A la hora de fichar por Oriente, Castillo se trazó el objetivo de convertirse en el máximo goleador. Debutó en sus filas en el 2000 y un año después fue el máximo anotador a nivel mundial en primera división (42). Después llevó sus goles a Tecos de México, Rosario Central de Argentina, O’Higgins de Chile, Atlético Mineiro de Brasil y South China de Hong Kong, entre los clubes del extranjero. En Bolivia, además de la albiverde, visitó la camiseta de Bolívar, Blooming, Sport Boys y Guabirá.
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