miércoles, 3 de diciembre de 2014

La revancha del delantero verdolaga Yasmani Duk

Hace dos meses que quería exponerlos, y este lunes, en el partido que Oriente le ganó a Universitario en Sucre (0-2), se le presentó la oportunidad y lo hizo. Yasmani Duk mostró a su familia al país entero.
Anotó el gol, cayó y se levantó la polera develando su tatuaje con cinco nombres en la parte derecha de su tórax. Duk lleva la marca de su fe y con ella se volvió a encaminar en su carrera.

"Quería tener a mi familia conmigo", expresa el delantero, que ha atravesado por un camino de espinas que él lo refleja en rosas, a través del Santo Rosario que tiene tatuado en su piel. Duk muestra con este símbolo el camino que ha recorrido a lo largo de sus 26 años de vida. El nombre de su madre (Cecilia) es el que aparece en la cima y le sigue el de Iván, su hermano que acaba de ganarle al cáncer tras la lucha de un año. El de su sobrino Ángel, el suyo y el de su hijo, Pedrito, también aparecen estampados.

"Estos (tatuajes) son muy importantes para mí", comentó a DIEZ el futbolista, que es oriundo de Camiri. La vida de Duk no es tan fácil de resumir, pues a lo largo de ella atravesó por duras situaciones. Es hijo de madre soltera, por eso es que el nombre de su progenitora encabeza la lista, Cecilia es el pilar para que él y su hermano sigan levantándose tras sus caídas.

Su familia pasó un momento duro

Yasmani Georges Duk Arandia ha superado, con su familia, la enfermedad del cáncer que padeció su hermano mayor, Iván Arce Arandia. Campañas de recaudación, quimioterapias, pero sin duda que los ocho goles que marcó en el torneo Apertura 2013-2014 le elevaron las defensas a Iván, que logró vencer al virus. "Mi hermano fue como mi padre, esos días (de enfermedad) fueron muy difíciles para mi familia", recordó.

La lista la siguen Ángel y Pedrito, su sobrino y primer hijo, respectivamente. Además, en casi todo su brazo derecho e izquierdo tiene tatuado el nombre de Cecilia y de Pedrito, sus motivos para seguir escalando de la mano de ellos.

Un nuevo motivo de lucha

Hace un mes llegó a sus vida Marzuq, su segundo hijo, que se convirtió en un nuevo motivo para disputar por la titularidad en el equipo verdolaga. Bendecido por Dios es el significado del nombre del pequeño, que dentro de dos semanas quedará grabado también en su pecho.

Devoto a la Virgen de Cotoca

"Hace dos semanas fui al Santuario (de Cotoca) a pedirle que nos bendiga, a mi familia y al grupo (Oriente Petrolero)", dijo el atacante, que ha superado una enfermedad que le hizo bajar muchos kilos de golpe.
Sumado a ello, las diferentes lesiones y la falta de continuidad formaron parte de la mala racha que atravesó. Desde hoy, con su fe, humildad y trabajo espera escribir un nuevo capítulo.

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