Este es uno de los peores inicios de año en Oriente Petrolero, que en cinco partidos (tres por el torneo local y dos por la Libertadores) no sabe lo que es ganar; además, se mostró frágil en su estructura como equipo, ya que en todos los encuentros le anotaron nueve goles y sólo lleva tres tantos a su favor.
Mañana volverá a escena en Cochabamba ante Wilstermann, en lo que será la primera de cuatro salidas que pueden empeorar aún más la crisis albiverde, de no conseguir resultados positivos.
La vergonzosa eliminación de Oriente ante Independiente Santa Fe, que le endosó seis goles (tres en la ida y la misma cantidad en la vuelta), dejó en evidencia la mala planificación para lograr un objetivo que tenía como premio 1.800.000 dólares por avanzar a la fase de grupo. La clasificación se la consiguió a mediados del año pasado, tras el final de la temporada 2014-2015, en la que los refineros fueron terceros. Pero pasó un torneo completo y aun así, a pesar de la mala campaña (fue octavo en el Apertura), la dirigencia terminó contratando refuerzos hasta el mismo día del estreno en la Libertadores (Mojica y Román), cuando en la competencia local ya se habían disputado tres fechas.
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