Otro empate sabor derrota. Así lo reflejaban los rostros de los jugadores de Oriente tras el 1-1 de anoche ante Sport Boys en el estadio Tahuichi.
De hecho, el resultado es un premio para un Oriente sin alma, carente de juego ofensivo y sobre todo sin hambre de victoria. El equipo albiverde no hizo nada para ganar por la falta de lucidez que mostró en los 90 minutos.
El mediocampo ofreció poco porque pasaron desapercibidos Pedro Azogue, Marcel Román y Damián Lizio.
Tampoco fue la noche de Alí Meza, pues no tuvo quien lo alimente en ataque. Deni Bejarano dejó la cancha a diez minutos para el descanso, producto de una lesión en el tobillo.
Moisés Villarroel tomó esta plaza pero no gravitó al igual que sus compañeros. Jhonny Mostasilla fue lo más destacado en la defensa, en donde lució firme en el juego aéreo y en la lucha cuerpo a cuerpo.
Un tiro libre rasante de Moisés Villarroel que tapó Saidt Mustafá fue lo más rescatable de los albiverdes en el primer tiempo.
Del otro lado, Sport Boys estuvo un peldaño más arriba a nivel futbolístico. Edivaldo Rojas fue el encargado de manejar los hilos del medio sector, sumado a ello el aporte de los laterales Juan Carlos Zampiery y Jair Torrico y el empuje de José Luis Sánchez Capdevila.
En el segundo tiempo, Oriente encontró el 1-0 a través de un penal que se sancionó por una mano de Jordi Candia, quien vio la tarjeta roja por doble amonestación.
Desde los doce pasos, Alí Meza definió con un tiro potente a media altura (58’).
Pese al duro golpe (gol y expulsión), el Toro warneño controló las acciones hasta rubricar el empate a los 72 minutos, gracias a un derechazo raso de Edivaldo Rojas tras una jugada de Jair Torrico por la banda izquierda. Poco después, Óscar Ribera fue expulsado al ver la segunda tarjeta amarilla.
Antes de irse a la ducha, el lateral derecho despilfarró una clara chance dentro del área. En los descuentos, Alexis Messidoro puso en zozobra a la afición de Oriente al ejecutar un disparo que rozó el travesaño.
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