El lateral derecho de Oriente Petrolero, Óscar Ribera, fue herido en la frente con una piedra cuando estaban formados y cantando el himno nacional de Ecuador. El futbolista boliviano cayó tras recibir el impacto y su frente quedó sangrando.
Minutos después, el director técnico Eduardo Villegas mostró el proyectil que cayó sobre el futbolista.
Las protestas iban y venían por parte de Villegas y de los jugadores de Oriente. Mientras atendían a Ribera a un costado del campo de juego estuvo calentando Carlos Enrique Áñez, que finalmente no ingresó.
Después de 15 minutos de la hora fijada para el inicio del partido, Ribera se repuso. Le colocaron un vendaje en la cabeza y el árbitro del partido, el brasileño Wagner Magalhanes, dio luz verde al inicio del compromiso.
Por un momento se pensó que se suspendía el encuentro. Por el daño al jugador, el equipo cruceño podía oponerse a jugar el partido, ya que la falta cometida por el público fue grave, lo que deriva en una sanción para el equipo. De haber sucedido, Oriente se clasificaba automáticamente a la segunda ronda.
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