La alegría llegó sobre el final, cuando Oriente había acumulado méritos para llevarse la victoria ante un resistente Destroyers. El 1-0 es un premio para un equipo albiverde que hizo los deberes para ganar en forma cómoda en el estadio Tahuichi, aunque se topó con la solidez de la defensa cuchuqui y por momentos con las manos del golero Elder Araúz.
A los 86 minutos, cuando la tensión cundía en las tribunas, José Alfredo Castillo apareció libre de marca en el segundo palo para resolver de cabeza el gol de la victoria.
El juego aéreo había sido el recurso más utilizado por Oriente a lo largo del partido, pero al final cosechó los frutos del dominio que impuso de principio a fin.
Guiado por la dinámica de Mauricio Sperduti, Oriente dispuso de algunas situaciones para abrir la cuenta en el primer tiempo, dos de ellas con cabezazos del ‘Pícaro’ Castillo y Carlos Áñez. Además, Lucas Mugni se quitó la marca de un rival y probó los reflejos de Elder Araúz con un zurdazo de ángulo incómodo. La otra opción de los albiverdes en la etapa inicial fue un tiro libre de Mauricio Sperduti.
Con escaso volumen de juego, Destroyers apostó al contragolpe con José Cortés en solitario en el sector ofensivo. El delantero colombiano hizo lo que pudo porque siempre tuvo marca encima. En el arranque del segundo tiempo dispuso de la chance más clara gracias a un descuido de la zaga de Oriente, pero mejor la tapada de Romel Quiñónez. Segundos después, Fernando Ruiz tampoco pudo capitalizar el rebote.
Oriente intentó romper el cero por todos los medios -apostó por Julio Pérez, Yendrick Ruiz y Cleider Alzate-, por momentos abusando de los centros, hasta que halló recompensa por esta vía en la cabeza del ‘Pícaro’ Castillo.
La derrota es un duro castigo para Destroyers, que pagó caro la falta de ambición en el partido.
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