lunes, 15 de abril de 2019

LUCAS MUGNI "No voy a mentir, la verdad yo vengo para ganar un título, ojalá se dé"

Hace un par de años Lucas Mugni era una de las joyas del fútbol argentino, uno de esos pocos jugadores talentosos que tuvo una aparición rápida que lo llevó hasta el gran Flamengo, el equipo brasileño con más hinchas del mundo. Pero las malas decisiones que tomó le pasaron factura y estuvo sin jugar algún tiempo, pero aprendió de sus errores y dice que siempre que cae se levanta con más fuerza.

El zurdo, que lleva la 10 de Oriente, se formó en Colón de Santa Fe, club en el que debutó a los 18 años gracias a su calidad, típica de un volante creativo. Eso le valió para que Flamengo pague casi un millón y medio de dólares para quedarse con los derechos del ‘Flaco’, que asumió un nuevo desafío. Pero las malas decisiones impidieron que hubiera podido quedarse en el club brasileño, por lo que después debió buscar otros destinos. Pasó por Newell’s y luego por el fútbol chileno. El año pasado fue contratado por Lanús, pero una lesión (hernia inguinal) le impidió que pueda jugar en el granate, así que este año no dudó en aceptar la oferta de Oriente.

Fue de menos a más en el albiverde y ahora se convirtió en un hombre clave para el técnico cochabambino Mauricio Soria, que siempre los respaldó. El 10, que está feliz en Oriente, habló de su pasado, su presente y del deseo de volver a la élite del fútbol sudamericano.


– El torneo local o la Sudamericana, ¿cuál priorizás?


Hay que dejar en claro que en el torneo local debemos sumar, aunque no dependemos de nosotros, pero hay que ganar lo más que podamos de visitante y de local, y después hay que esperar que los de arriba pierdan puntos. Entre tanto, en la Copa Sudamericana sabemos que se juegan partidos de 180 minutos y hay que tener mucha concentración porque debemos dar el paso importante de clasificar a la siguiente ronda. Este torneo es rápido porque avanzando dos rondas seguidas, ya estás en cuartos y en semifinales.

– ¿Cuál es la autocrítica que hacés de tu rendimiento?


Estoy apareciendo poco a poco, con trabajo, con mucho sacrificio y la ayuda de mis compañeros y del profesor, que me dan mucha confianza, pero tengo mucho que mejorar y no me quiero estancar, sé que estoy en buen nivel, pero pretendo mucho más.


– ¿Te gusta la posición en la que estás jugando ahora?


El tema es que siempre jugaba suelto, pero el fútbol es dinámico, cambió mucho. Hay pocos jugadores a los que solo le pedís que juegue y no marque, es más, ni siquiera en las grandes ligas pasa porque uno puede ver que todos corren y marcan. Entonces uno se tiene que adaptar también, a mi juego le tuve que agregar mucha marca y me siento muy cómodo porque ayudo al equipo.

– ¿Costó entender la idea del técnico Mauricio Soria?

A todos nos costó, pero es normal que tardemos en entenderlo. Las primeras fechas, mínimo éramos ocho jugadores nuevos en el equipo y el entrenador también era nuevo, con 20 días de entrenamientos. En ese sentido, creo que es muy difícil engranar un equipo nuevo en tan poco tiempo. Es distinto cuando uno llega a un plantel armado porque con un par de entrenamientos te podés adaptar rápido, pero en este caso éramos todos casi nuevos, por eso es que en la primera rueda nuestro juego fue un poco más trabado, en cuanto a nivel del equipo.

– ¿Qué te parece estar jugando con línea de tres?


Ya la había practicado, lo que hay que tener en cuenta es que hay que hacer mucho sacrificio porque la verdad es que se corre mucho, de repente los extremos terminan siendo laterales, los internos tenemos muchos recorridos y si uno quiere y tiene fe se puede conseguir los objetivos, y es interesante. Hoy, confiamos mucho en base al rendimiento que estamos mostrando, el ‘profe’ nos dice lo que pretende y eso hace que cuando salimos a la cancha nos sintamos muy superiores a los rivales, por ahí algunos nos superaron, pero hubo partidos en que hemos llegado mucho al arco rival y eso da confianza para creer en lo que quiere el técnico.

– Después de estar varios meses, ¿cuál es tu concepto sobre Soria?

Destaco la predisposición con la que te hace salir a la cancha, pelearle mano a mano a los equipos, si tenés que quedar mano a mano atrás y atacar con siete jugadores. La confianza para que hagás lo que sabés, esas cosas te hacen explotar como jugador.
Lucas Mugni supo vestir la camiseta de Flamengo de Brasil. Foto: Internet

– ¿Cuesta recuperar un buen nivel?

Cuesta. El año pasado volví a Argentina, a un club grande como Lanús, que todos miran porque vende muchos jugadores. Lamentablemente pasan cosas que uno nunca quiere que sucedan, me lesioné y tuve una operación, por lo que me pase el campeonato sin poder jugar, solo disputé dos encuentros. Cuando llegué acá, tuve las cosas más claras, sabía que me costaría agarrar ritmo, pero tenía que entrenarme al cien por cien y estar a disposición del técnico y después confiaba en que me iba a soltar, gracias a Dios el DT me tuvo mucha paciencia desde el primer día, me dijo lo que pretendía de mí y siempre me dejó jugar todos los partidos; eso te motiva.

– ¿En qué porcentaje de tu nivel te encontrás?

Creo que estoy en un 70%, siento que tengo mucho para dar, pero sí puedo decir que estoy trabajando un cien por cien para intentar encontrar mi mejor versión, me siento tranquilo porque sé que lo conseguiré, partido tras partido estoy evolucionando.
Mugni en plena acción durante un partido ante Guabirá. Foto: Fuad Landívar

-¿Cómo es que el 10 de Flamengo, en su momento, tuvo un bajón importante?

Tuve un paso por Brasil que fue bueno en un club grande, una camiseta muy pesada, pero tomé decisiones erradas y estuve un tiempo sin jugar, sin equipo y eso en el fútbol te pasa facturas. En ese momento que estuve sin jugar, cuando salí del Flamengo, me sentí un poco perdido en los pensamientos, son esas etapas en las que hay que tener un baño de humildad y arrancar de cero, de donde sea, del equipo que fuera y en la división que sea, por eso me fui a Chile (Everton) y allí volví a tener confianza y ritmo porque jugué y después pasé a Lanús, donde sufrí la lesión. Cuando me salió la chance de Oriente Petrolero, no lo dudé, hablé con mi representante y le dije que yo necesitaba jugar para llegar a mi mejor nivel, eso fue lo que aprendí de aquel tiempo que estuve parado (en Flamengo). En Lanús había llegado un técnico nuevo y después de la lesión yo iba comenzar desde atrás, por eso acepté la oferta de Oriente porque llegaba como refuerzo y me iba a sentir importante.

– ¿Por qué decís que tomaste decisiones equivocadas?

Alguna que otra indisciplina, y después decisiones cuando estaba en Brasil y confundido porque tenía chances de ir a otro equipo y esperé, no quise ir, por eso desde ese momento aprendí que la prioridad tiene que ser jugar. Eso lo hablé con los chicos de Oriente, les comenté, sin ser un ejemplo, sino para que lo tomen en cuenta, les dije que a mí me quisieron ayudar y no fui inteligente para aceptar esa ayuda porque si lo hubiera hecho hoy mi historia sería otra, pero bueno las cosas malas también pasan por algo, porque todo eso me hizo más hombre.

–¿Cuál es tu meta en Oriente?

Sé que me trajeron como refuerzo, como un jugador que tiene que aportar para el equipo, entonces ojalá pueda coronarse con algo que la gente pueda ver, con algún título, para eso uno entrena. No voy a mentir, uno siempre tiene miedo y repite en decir vamos paso a paso, pero la verdad yo vengo para ganar un título, ojalá lo pueda conseguir en el camino, pero lo que es seguro es que me entregaré cien por ciento a los entrenamientos y los partidos, después ojalá se vea premiado.

-¿Cómo te sentís en el mundo Oriente?

Cuando llegué me sorprendió la gente. Fue muy lindo ver una presentación como la que se dio en el amistoso contra Zulia, porque observar la gran cantidad de personas en el estadio fue emocionante. Además, la calidad de jugadores que hay en el club, donde hay chicos con una mentalidad de querer conseguir cosas. Eso me dejó buena impresión.

–¿Sentís que hay presión?

Se siente mucho la presión, pero es normal porque estamos en un club grande, esto ya lo viví. Nosotros, los jugadores tenemos que ser profesionales y entender a la gente, no pretendamos que la hinchada nos aplauda y aliente por que sí, tenemos que demostrar de dentro hacia afuera. Si nosotros demostramos sacrificio, buen fútbol, que somos mejores que el rival y que jugamos como un grande, estoy seguro que, más allá de que ganemos o perdamos, la gente nos apoyará.

–¿Hay algún compañero del que te guste su juego?

Hay varios que tienen futuro, pero uno de los jugadores que me encanta es Ricky Áñez, porque tiene mucha calidad, buen pie y siempre está bien posicionado; después hay otros que son desequilibrantes como John García, Ronaldo Sánchez y Alexis Ribera, los veo con mucho potencial.

–¿Se puede lograr una buena sociedad con Castillo?

Con Castillo se juega muy bien, nos entendimos desde que llegué. Le digo ‘mirá Negro cuando me perfilo me gusta esto’, y yo ya lo conozco también, se cómo le gusta el balón, hasta nos hemos puteado porque los jugadores somos así, con la confianza que debe haber en un grupo para mejorar. José Alfredo te hace las cosas más simples, uno levanta la cabeza y está perfilado o está haciendo una diagonal y eso te hace las cosas más fáciles para los creadores.

–Y de Raldes, ¿qué impresión tenés?

Ronald es un referente positivo, que entrena duro y está predispuesto para el grupo. Cuando llegué me llamó y me dijo: ‘Lucas lo que necesités’, que estaba para cualquier cosa. Son esos capitanes que marcan, yo tuve de capitán al ‘Polaco’ Bastía y a Guiñazú, y la verdad Ronald es uno de los que te apoya siempre y cuando te putea es porque algo mal estás haciendo porque él siempre está apoyándote y si lo hace no es por mala leche sino para que uno mejore.

– ¿Está Mugni para volver a la élite en el fútbol?

Nunca es tarde. Me siento mucho mejor ahora que cuando estaba en Argentina, por ahí el nivel de la liga si es clave para medirse, pero mucho más importante es lo que uno entrega y lleva adentro, las sensaciones, el sentirse importante y hoy me siento motivado en Oriente porque salgo a jugar los partidos y siempre quiero más. En los primeros encuentros tuve buenos rendimientos, pero me faltaba el gol, entonces busqué el gol y llegó en el segundo encuentro, luego necesitaba asistencia y fui trabajando en eso, luego sacrificio y ya lo estoy dando también, entonces soy de esos que busca mejorar siempre. Me parece que es la única forma de crecer.

–¿Te adaptaste a Santa Cruz?

Es una ciudad linda, además ahora estoy con mi novia y es muy importante porque tengo con quien hablar cuando llego a casa. Es bueno porque podés salir a despejarte un poco, desligarte del fútbol por un rato, algo que no lo hacía antes, ya que salí muy joven y siempre viví solo, así que cuando andaba bien llegaba a casa y pensaba en fútbol, cuando estaba mal también pensaba en fútbol, eso me estresaba mucho. Ahora con mi novia salimos y pensamos en otras cosas y así al día siguiente volvés a entrenar y decís: ahora doy el cien por ciento, porque son dos horas y hay que trabajar al máximo.

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