lunes, 24 de julio de 2017

Freitas: “En la cancha juego con bronca”

Muchas veces las apariencias suelen ser engañosas. Algo similar sucede cada vez que la gente ve al delantero uruguayo Maximiliano Freitas explotar de bronca en la cancha en cada jugada que le toca participar, pero muy pocos conocen cómo es en realidad este jugador en la intimidad.

Fanático del rock y del buen vestir, suele pasar la mayoría del tiempo en su hogar para recuperarse del desgaste físico que tiene después de cada partido o de un entrenamiento intenso. Amante del arroz con queso y de la carne a la parrilla, el ‘Tanque’ de Oriente Petrolero prefiere salir a comer con sus amigos antes que cocinar, y si lo lleva su amigo Marcel Román en auto, mucho mejor, ya que no tiene motorizado y tampoco sabe manejar. Es más, no le interesa aprender.

Se siente muy cómodo viviendo en esta ciudad, a gusto en el equipo refinero y en apenas un año ya se considera un cruceño más. De novio con Lucía Russomando, muy pronto espera formar una familia y después tener su revancha personal en el fútbol argentino, donde tuvo la oportunidad de jugar y no le fue como quería.

Para que la gente conozca la otra faceta de tu vida, ¿cómo sos fuera de la cancha?

Soy una persona mucho más tranquila de lo que se ve, acá vivo solo, no estoy con mi novia, por lo general soy más tranquilo que dentro de la cancha; a veces en los partidos se me suelta un poco la cadena, pero eso es algo normal por la forma que tengo de vivir el fútbol.

¿Cómo te sentís en la ciudad, te costó adaptarte y a convivir en Santa Cruz?

La verdad es que desde que llegué me recibieron de la mejor manera, más o menos sabía un poco por lo que me contó Marcel Román; yo pude hablar con él cuando estaba en Uruguay y surgió la posibilidad de venir a Oriente, y lo primero que le pregunté fue por la ciudad. Me dijo que estaba linda, que la gente era muy amable y así fue más rápido adaptarme. Ahora soy un cruceño más, mi vida está acá, salir con mis amigos a comer y estar encerrado en mi hogar.

Me imagino que los hinchas de Oriente no te dejan en paz cuando te toca salir a la calle...

Te acostumbras a eso, la gente de Oriente es muy pasional, aparte hay hinchas del equipo por todos lados, entonces ya estamos acostumbrados a que nos pidan autógrafos y fotografías, pero es normal, siempre con respeto y de la mejor manera. Estoy muy contento, además, es lindo que te pidan esas cosas porque te hacen sentir alguien importante.

¿Y tus hábitos a diario, cómo te movés, cocinás o qué hacés para pasar el tiempo?

Manejar en Bolivia es complicado, no manejo ni en Uruguay, no sé hacerlo y tampoco me gusta. Siempre me llevan, mi novia o mi hermano, y acá tengo un chofer, que es Wilson, que nos lleva a mí, a Román, a Meza y a Lujano; no está en mis planes comprarme un auto. Después salimos a comer, porque primero, no sé cocinar y segundo, lo que hacemos es salir a merendar porque si no viviría encerrado acá. La verdad que no hago nada, lo único que hago es dormir y mirar la televisión.

Da la impresión de que sos solicitado por las damas por tener un estilo más de modelo con la ropa y la música...

En el tema de la ropa yo me pongo lo que me gusta, no me importa si combina, si los colores son fuertes, a veces me llevo una crítica del vestuario, pero uno ya está acostumbrado, no voy a cambiar en eso. La música la pongo yo, ahí sí hay que cambiar un poco porque el reguetón acá pega muy fuerte, pero el que maneja el ritmo soy yo.

Esta es tu segunda experiencia fuera de casa, ¿en la primera, cómo fue tu paso por Argentinos Juniors?

Fue difícil, me fui de un equipo muy chico de Uruguay a la primera división de Argentina, el primer jugador en la historia de Plaza Colonia que pasa a la primera división del fútbol argentino y fue difícil la adaptación, yo venía de un fútbol más lento, con mucho más roce y me encontré con un juego más rápido, con canchas más lindas y me costó, jugué poco y las chances que tuve las desaproveché, por eso terminé sin jugar.

Seguro que tuviste en ese momento la ilusión de poder jugar al lado de una figura como Juan Román Riquelme...

Una de las expectativas que tenía era jugar con Román, pero lastimosamente él se fue por problemas con el técnico que estaba y no llegué a cruzarme con él, pero sí llegué a compartir vestuario con jugadores muy importantes, como Cristhian ‘El Lobo’ Ledezma, que era una figura que la miraba por televisión y luego me encontraba tomando mate con él, era gente normal, que lo mirás por la TV y cuando los conocés te das cuenta de lo bueno que son.

¿Qué es lo primero que hacés cuando regresás a tu país?

Primero que nada está mi novia (Lucía Russomando), que es lo más importante; llevo ocho años enamorando con ella y que no esté acá es medio complicado para mí, pero por suerte se recibió de contadora y en cualquier momento vendrá a vivir conmigo. Primero está mi novia y después la familia, los amigos que siempre están pendientes de uno, mirando los partidos por televisión o internet cuando pueden, nos reunimos para comer un asado o tomar unos mates.

¿Y cuando estás con tu novia sos igual o más tranquilo?

Cuando entro a la cancha me transformo y juego con bronca, mi estilo de juego es ese, pero tampoco puedo ser el ‘Tanque’ cuando estoy con mi novia, no puedo estar empujándola ni peleando todo el tiempo, soy más tranquilo, a veces un poco zafado, loquito, pero es lo normal.

¿Alguna vez te tocó vivir lo que pasó en el vestuario de Oriente con el fallecimiento de tu compañero Paúl Burton?

Nunca me tocó vivir algo así, la verdad que fue el golpe más duro que me tocó vivir desde que llegué acá; nosotros lo queríamos mucho, si no me equivoco fue Paúl el que me puso el apodo de Tanque. Teníamos la ilusión de verlo recuperado y jugando nuevamente, pero de un día para el otro nos encontramos con una noticia así, fue muy duro. Al poco tiempo pasó lo de Chapecoense, entonces la cabeza de nosotros no estaba en el fútbol, sino en otra cosa, nos pusimos muy tristes por lo que pasó.

¿Qué pasó en la intimidad del vestuario cuando se enteraron del fallecimiento de Paúl?

Lo primero que se nos ocurrió fue suspender el partido contra Universitario, no estábamos de ánimo, queríamos estar acá, al lado de su familia y la gente que más lo necesitaba en ese momento, pero bueno, no se pudo y con la cabeza en otra cosa nos metieron cuatro goles; lo único que queríamos era regresar para acompañarlo en el vestuario.

¿Cuál es el objetivo que existe en Oriente para este año?

El objetivo principal es conformar un buen grupo porque todavía no está todo cerrado, puede llegar algún otro jugador o se puede ir alguien más, hay que consolidar el equipo e ir partido a partido, jugar cada encuentro como si fuera una final porque es la única forma para conseguir títulos.

¿Qué pensas cuando rendís bien y el DT te pone de suplente?

Cuando estoy en casa digo: ‘Tiene la posibilidad de poner a cuatro extranjeros, me va a tocar esperar’, pero cuando uno tiene la chance lo único que quiere hacer es ayudar al equipo, por eso a veces entro con bronca y a tratar de comerme la cancha para que los pocos minutos que tengo en el próximo partido en vez de 10 sean 15, después 20, hasta que finalmente pueda sea titular por completo.

¿Qué representa para un jugador como vos ser el goleador de la Copa Sudamericana en este momento?

No representa tanto, si fuera goleador y el equipo hubiera pasado de fase tal vez sería diferente. Hoy por hoy lo único que quiero es ganarle a Atlético Tucumán con goles de quien sea y que pasemos de fase; al final del torneo veremos si soy el artillero o no, eso pasa a un segundo plano, lo más importante es ir allá a buscar los tres puntos y traernos la clasificación. Eso es lo que más importa ahora.

Hubo varias ofertas del exterior por tu persona, ¿dejarías a Oriente Petrolero por lo económico o por el reto deportivo?

Acabo de firmar un contrato por cuatro años, tiene que ser una oferta que le sirva a las dos partes, tanto a Oriente como a mí; me gustaría volver al fútbol argentino para tener una revancha, tiene que ser algo bueno para los dos y ahí se verá, decidirá mi representante y Oriente sobre una propuesta.

Sos joven y te falta mucho por recorrer, ¿soñás con llegar a la selección de tu país?

Es muy difícil, hay jugadores muy importantes que no están siendo convocados en este momento. Uno no pierde la ilusión, pero es complicado.

¿Qué concepto tenés de Luis Suárez, el jugador uruguayo más importante en el mundo en la actualidad?

Soy hincha de Luis Suárez porque uno cuando conoce su historia, se entera de que lo quisieron echar de Nacional y no lo querían, pero con rebeldía y ganas logró todo lo que ganó y hoy es uno de los mejores del mundo; me gustaría hacer la cuarta parte que hizo él porque para mí es un ídolo.

Sos hincha de Nacional, ¿dejarías a Oriente por jugar en el club de tus amores?

Habría que pensarlo, si bien soy hincha de Nacional, hoy por hoy volver al fútbol uruguayo no está en mis planes.

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