El ‘barbado’ Coimbra fue un líder indiscutible desde la defensa e incluso convocado casi siempre a la selección. Recio en la marca y temperamental para ahuyentar a los delanteros rivales. Ayer hizo un repaso sobre lo que es hoy Oriente.
“Para llegar a un grande de Santa Cruz uno tenía que hacer méritos. Había que llegar con pergaminos. Hoy, cualquiera puede jugar en Oriente”, dijo el exfutbolista y papá del defensor Cristian Coimbra, que este año jugó en Blooming.
También se refirió a los nuevos fichajes del equipo refinero. “Los cuatro que ficharon tienen experiencia, saben cómo moverse en los camarines y saben de clásicos. Lo importante será que hagan una buena temporada y, además, tengan continuidad. Si es así, seguro que mostrarán un gran nivel”, acotó.
En esa línea está Romer Roca, quien fuera uno de los mejores laterales en los 80 y 90, lo cual le valió también el ser convocado a la selección y sobre todo ser protagonista de aquella gran campaña que tuvo Oriente en 1988, cuando pasó a cuartos de final de la Copa Libertadores al eliminar a Olimpia de Paraguay y luego a Colo Colo de Chile.
“A Oriente le faltaba un arquero como Quiñónez. Castillo vuelve tras marcar goles en Guabirá y Raldes es un veterano que tendrá la ayuda de Cuéllar, que es otro gran defensor”, dijo.
Francisco Takeo fue un ‘10’ clásico, como los de antes. Un zurdo exquisito para definirlo de mejor manera. Sobre Oriente fue crítico a las cuatro contrataciones, pues considera que ya no deberían fichar más jugadores veteranos. “El fútbol de hoy se juega con mucho ritmo y es corriendo. Hasta ahora solo conocemos que llegan jugadores que sobrepasan los 30 años. Oriente también necesita jóvenes para el duro trajín, especialmente para jugar en la altura”, puntualizó.
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