viernes, 7 de abril de 2017

Oriente empata con Deportivo Cuenca 1-1 Tropieza con una piedra

Jugando menos de lo esperado y ante un rival que tampoco hizo mucho, Oriente Petrolero empató con el Deportivo Cuenca de Ecuador a un gol por lado, el partido de ida de la Copa Sudamericana 2017.

El empate fue castigo para el equipo albiverde que volvió a mostrar un fútbol con muchos altibajos, y sin la predisposición mucho menos la efectividad que se esperaba.

El resultado deja abierta la llave para el partido de vuelta porque con un empate en Cuenca con más de dos goles, clasificará el equipo albiverde y mucho mejor con una victoria.

Muy parejo. Es cierto que Oriente fue quien tomó la iniciativa pero también no fue lo suficientemente preciso y efectivo en sus intenciones que procuró.

Tuvo el manejo del balón pero no supo darle buen destino porque sus volantes, Villota y Lizio, les faltó chispa para solucionar el tendido que le hizo Cuenca.

Así el partido se hizo muy largo, muy repetido, con pocas situaciones de real peligro.

Hubo un remate de Azogue que llevó cierto peligro a Piedra y en el lado contrario casi nada.

Llega el gol. El reloj ya había sobrepasado la media hora y no había indicios para llegar al gol.

Pero le llegó una pelota a Azogue, remató mal pero con tanta suerte que fue en dirección a Freitas que de primera toca antes que rematar lejos del alcance de Piedra para colocar el 1-0 a los 33 minutos.

Con ese marcador finalizó el primer tiempo en cierta medida merecido por que Oriente fue un poquito más que Cuenca.

Segunda etapa. Mina que había golpeado mucho en el primer tiempo, se queda en el camarín e ingresa Michael Hoyos y a los 2 minutos del reinicio, coloca una gran pelota por arriba que Dinenno con una media vuelta fabulosa, coloca arriba de Viscarra que nada pudo hacer. De ahí hasta el final casi nada, solo intenciones y fútbol trabajado y fue negocio para Cuenca.

Apuntes

• El público. Pobre la asistencia de espectadores en el estadio 'Tahuichi'. No más de 15 mil se ubicaron en las gradas, si se tiene en cuenta que se trataba de un partido por un torneo internacional, además de que los albiverdes son considerados un equipo 'grande'.

• Muy blanda. La cancha que se encontraba muy blanda debido a las persistentes lluvias caída en los últimos días, hacía trastabillar a los jugadores de ambos equipos, pero lo inexplicable fue que al final del primer tiempo alguien la mandó rociar. No se puede entender.

• Láser. Apenas se habían jugado 15 minutos cuando el juez del partido, el brasileño Anderson Doranco, paró el juego debido a que desde la tribuna algunos aficionados apuntaban a los jugadores con láser, el brasileño dio indicaciones que podría suspenderlo si persistían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario