Uno de los puntos flacos en Oriente en la pasada temporada fue la creación en el medio campo, por lo que este año la dirigencia y el nuevo cuerpo técnico, al mando de Néstor Clausen, apostaron por el volante argentino Paulo Rosales, que tiene la gran responsabilidad de cargarse el equipo al hombro. El primer examen en serio será este lunes, cuando los albiverdes reciban a Universitario de Perú, por la ida de la Copa Libertadores.
Rosales tiene una dilatada trayectoria que habla de su paso por equipos importantes como Newell’s Old Boys e Independiente, de su país, entre otros. Además jugó en Grecia y en Brasil, antes de llegar al fútbol chileno, desde donde Oriente lo trajo tras jugar en La Calera, que logró el ascenso gracias, en parte, al volante, de 34 años.
Es diestro, tiene buen pie y es creativo, aunque en las prácticas de fútbol no ha brillado debido a que el equipo salió de una pretemporada intensa en la parte física. Sin embargo, se espera que este lunes el 10 sea el conductor que tanto necesita el albiverde.
Por lo visto en el último ensayo formal de fútbol, el viernes por la noche en el Tahuichi, la idea de Clausen es poner un 4-3-3, es decir que el medio tendrá a Marcel Román, Rodrigo Rodríguez y Rosales. De esa manera, el 10 dependerá mucho de sus dos acompañantes, quienes tendrán una función mixta en la recuperación y en el apoyo para generar juego.
La obligación de Rosales es ‘alimentar’ a los tres atacantes que irán desde el inicio: Maximiliano Freitas, José Alí Meza y Jhony Cano. El venezolano ya está en buenas condiciones para el duelo los peruanos, luego de recuperarse de un esguince en el tobillo derecho.
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